Esta semana circuló un correo electrónico entre un grupo selecto de camaradas democratacristianos que tenía como remitente a la ex senadora y ex presidenta de la DC, Soledad Alvear. La misiva, según comentan quienes la recibieron, contenía sus reflexiones en torno al futuro del partido, donde hace un llamado a recuperar la identidad y levantar un contenido programático. También expresaba su preocupación por el actual estado de las cosas, tanto en el gobierno como en la Nueva Mayoría. Este mensaje, sumado a otros movimientos de piezas, encendió algunas alarmas en la actual mesa directiva DC dirigida por Carolina Goic: en el revuelto escenario político se anticipa un rearme de los sectores más conservadores del partido y que tiene como propósito final recuperar el control de la Democracia Cristiana. Ya no son solamente señales, sino que hechos concretos.
Como en la previa de una final de campeonato, la junta nacional de este fin de semana será decisiva y, como dicen en la DC, cualquier cosa puede pasar. Mientras tanto, hay un grupo que mueve sus piezas y prepara todo su ataque por el centro, aprovechando el derrumbe de una corriente más de izquierda que ve cómo la lealtad de cierto sector del partido con el gobierno le ha traído más costos que beneficios a un partido en búsqueda del “camino propio”.
26 razones
El primer grupo más visible y con más posibilidades de rearme es el que se ha denominado “Grupo de los 26”, conformado por figuras históricas del partido, liderados por la ex ministra de Educación Mariana Aylwin. Se creó en enero de este año, bajo el alero de una carta que entregaron a la militancia, en la cual pedían un cambio de rumbo del gobierno y del partido. Se autodenominaron “progresistas con progreso” y actualmente cuentan incluso con una página web. Desde esta plataforma se han comenzado a articular los diferentes lotes más conservadores de la DC como los llamados “príncipes” de figuras como Ignacio Walker o Jorge Burgos, y los “guatones”, como Gutenberg Martínez. Uno de los hitos que los animó fue el 27% de aprobación que tuvo la hija del ex presidente en la reciente encuesta CEP. Desde allí, se han sucedido una serie de encuentros que buscan trazar las líneas de la pelea que pretenden dar.
Según explica uno de sus impulsores, la rearticulación pasa por recuperar el centro para que la DC no se convierta en una colectividad dirigida hacia la izquierda. “Esta es una lucha estratégica que debemos dar con una mirada a largo plazo, pensando primero en las parlamentarias y como horizonte hacia cinco años más”, relata uno de los dirigentes que ha estado en estas conversaciones iniciales. Y ya están en la búsqueda de liderazgos, y los que corren con ventaja son la propia Mariana Aylwin y el ex ministro Burgos, quienes buscarían la presidencia del partido, disputándoles dicho sitial a Goic y a la figura de la llamada “disidencia” DC, Yasna Provoste.
Este rearme pasó por algunos acuerdos a los cuales tuvieron que llegar los miembros de este lote conservador. El primero fue convencer a Aylwin de dar la lucha por dentro, despejando los fantasmas de una posible migración hacia la corriente de Andrés Velasco. Hecho que casi se convierte en realidad de no ser por la insistencia de algunos príncipes entre otros. A quien también han debido convencer de iniciar esta cruzada desde adentro es a Alvear, quien a varios camaradas ha comentado que bajo una presidencia de Goic o Provoste no estaría dispuesta a recuperar un puesto en el Senado, como está evaluando hacerlo por la Región del Maule. Por ello, resulta clave —para este grupo— que el próximo presidente falangista no provenga del ala más izquierdista. Y para lograrlo, ya idearon un diseño.
No fue casual, comentan varios al interior del partido, la carta emitida esta semana por los ex presidentes de la DC quienes, entre otras cosas, solicitarán a la Junta Nacional de este viernes y sábado aplazar las elecciones de la nueva mesa directiva para marzo (estaban originalmente programadas para diciembre). La razón es clara: con ello ganarían tiempo para articular la campaña y poder salir a buscar apoyos en las bases, que son más proclives a Goic o la misma diputada Provoste. Aunque esta versión es desmentida por otros, quienes sólo la atribuyen a que con las municipales a cuestas no estaban los tiempos para —casi en paralelo— enfrascarse en una contienda interna, de lo contrario no se explicaría que fuera firmada por figuras como Jorge Pizarro o Ricardo Hormazábal.
Otro hito que algunos creen también podría ocurrir es que la misma Mariana Aylwin —en un hecho inédito— tome la palabra en la junta de Punta de Tralca para hacer valer su postura ante la militancia más de base que suele asistir a la máxima instancia partidaria. En la mesa directiva comentan que tiene todo el derecho de hacerlo, y que sólo debe inscribirse como oradora al momento de las acreditaciones.
En tanto, el jefe de la bancada de diputados, Fuad Chahín, dijo que sería interesante que este grupo emita sus opiniones a la militancia: “Ojalá que el grupo de Mariana vaya a la junta e intervengan. Hace muchas juntas que ese grupo asiste, pero no hace uso de la palabra. Me parece que es importante que den una opinión, no por los diarios, sino que en el seno de las instancias partidarias”.
En la misma línea, el diputado Gabriel Silber cree oportuno que este grupo dé a conocer verdaderamente sus intenciones que, por lo general, siempre se han manejado por fuera: “Ellos (los 26) siempre jugaban más desde la periferia, sobreamplificando su participación política y hoy día veo que proyectan un liderazgo concreto al interior del partido. Están explorando una candidatura propia y tienen nombres como Jorge Burgos, Mariana Aylwin”.
La aclamación
El lugar escogido para la realización de esta junta no es cualquiera. Punta de Tralca marcó parte importante de la historia falangista en la década de los 90. La mesa directiva quiso volver a las raíces y alejarse del ajetreo capitalino para llevar a cabo este encuentro que acostumbra terminar al alba; un alba distinta esta vez, pues será acompañada de la brisa marina que puede ayudar a calmar tensiones, como grafica un camarada.
Si bien el motivo central de la reunión es discutir los nuevos estatutos que deben regir a la colectividad para adecuarse a la nueva Ley de Partidos, espacio para lo político habrá. Quizás ya entrada la madrugada del sábado, pero habrá. Y en ese plano hay un hecho que podría darse y que ronda en algunos comentarios internos: que exista una aclamación a Carolina Goic. Un acto que sería más bien simbólico, pero que podría convertirse en un nuevo impulso mediático dentro de las aspiraciones presidenciales que tiene la senadora por Magallanes. Y es que los miembros de las bases presentes podrían organizarse, para levantarse y de forma espontánea vitorear el clásico “Se siente, se siente”. Es, al menos, lo que creen y quieren varios en el partido.
En la mesa directiva, sin embargo, ponen paños fríos a esta posibilidad, pues estiman que la junta no está orientada hacia las presidenciales: “El tema interno presidencial está definido para una fecha en particular, salvo que la junta decida modificarla y el tema presidencial no nos compete ahora porque estamos definiendo el programa. Las ideas nos permitirán definir liderazgos de quienes quieran representar esas ideas, y nos permitirán tener una carta como partido al interior de la Nueva Mayoría”, explica Soledad Lucero, vicepresidenta DC.
Los puentes de Goic
La senadora Goic quedó bajo cierto margen de expectación tras su 24% de aprobación positiva obtenido en la última CEP. Pero, más allá del trabajo de campaña que ya estaría comenzando a tejer, por ejemplo, con su traslado domiciliario a Santiago, su esfuerzos —por ahora— están centrados en tres objetivos: la campaña municipal, coordinar el trabajo programático que están elaborando las comisiones técnicas, y una última tarea que, cercanos a ella consideran clave: tender los puentes con el grupo de conservadores.
La ex senadora Soledad Alvear le envió esta semana un correo electrónico a un grupo selecto de camaradas: contenía sus reflexiones en torno al futuro del partido, haciendo un llamado a recuperar la identidad y levantar un contenido programático. También expresaba su preocupación por el actual estado de las cosas, tanto en el gobierno como en la Nueva Mayoría.
Para el primer desafío las metas están orientadas a mantener los 56 alcaldes y 323 concejales. En ese plano, en su entorno creen que su figura puede salir fortalecida, sobre todo, por ejemplo, si se logran victorias simbólicas en Arica, Talca, La Pintana y una primera mayoría nacional en Peñalolén. ¿Por qué?, todas ellas son candidatas mujeres y una foto con ellas, comandada por Goic, podría ser un muy buena imagen, consideran en su equipo.
En el marco de lo programático la misión es tan clara como difusa. El partido —tal como han venido señalando desde Ignacio Walker hasta Jorge Pizarro— debe contar con un programa que los represente, para esta vez sí incidir en el contenido del próximo candidato presidencial sea o no éste un camarada.
Sin embargo, para ello deberán consensuar sus posiciones tanto los que buscan el centro como los que quieren profundizar el efecto transformador del actual gobierno, representados, entro otros, por la diputada Provoste.
Y en el último plano, varios en la falange piensan que Goic deberá sentarse a dialogar más fluidamente con la disidencia, cuestión que aseguran varios ya ha comenzando a hacer. Sin embargo, aún falta que comience a negociar y eso significa hacerlo tanto desde el punto ideológico, como también pragmático; es decir, ofreciendo cupos parlamentarios para las próximas elecciones a parte de ese lote.
Con todo, más allá de la junta nacional la lucha por el poder en la DC recién comienza. Una lucha en que todos, concuerdan, dejará de ser sólo a través de titulares de prensa y se comenzará a dar con fuerza en la interna misma falangista. Una batalla que se librará desde el centro hacia la izquierda y que marcará el futuro del partido para los próximos años.