Por J. Sánchez y U. Schüler Noviembre 21, 2016

Si bien hasta aquí para el Partido Comunista no había sido fácil la convivencia al interior de la Nueva Mayoría, el episodio vivido tras el rechazo al reajuste del sector público, donde los presidentes de los partidos del bloque suscribieron una declaración pública criticándolos, fue la gota que rebasó el vaso.

El episodio de hecho y según se conversó en el último comité central, realizado el sábado 12 de noviembre, llevó al partido a entrar en una etapa de reflexión sobre el futuro de la Nueva Mayoría.

Es que más allá de los desencuentros en materia programática que habían tenido, por ejemplo, con la DC, en el partido dolió de manera especial que en esta oportunidad sus socios de coalición no tuvieron ningún complejo en culparlos públicamente por el desorden del conglomerado, hecho que fue leído como una intención directa de algunos sectores para echarlos del bloque.

“Sin duda que debe haber sectores de distintos partidos, entre ellos la DC, que a lo mejor tienen más interés de generar un quiebre en la NM”, asegura la diputada de la colectividad Karol Cariola.

Ampliar antes que retirarse

Sin embargo, en el PC la mayoría está convencido que dar un paso al costado sería dejar el camino abierto para los sectores más conservadores del bloque y podría frenar reformas como la laboral y la de educación, las que al interior de la colectividad definen como uno de los motivos por lo que decidieron entrar a la NM oficialista y que hoy ven como triunfos.

En esta línea, y ante lo que creen es una arremetida de los sectores conservadores de la NM, en el PC optaron por, antes de buscar un nuevo domicilio, intentar abrir la Nueva Mayoría, a los nuevos movimientos y partidos de la centro izquierda, de manera de darle un nuevo aire al bloque y a las reformas.

Así, en la colectividad ya analizan reunirse con otras fuerzas políticas de izquierda, las que podrían incluir desde el Movimiento Autonomista del diputado Gabriel Boric, hasta el Partido Progresista, colectividad que lidera el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami.

En las filas comunistas además, creen que el futuro del conglomerado debe discutirse en un debate de ideas y no a través de lo que definen como “un amedrentamiento”.

Es por esto que el partido mandató para que el timonel de la colectividad, Guillermo Teillier, mantuviera una postura dura frente al hecho y que no permitiera dar por superado el conflicto sin que hubiera una autocrítica respecto a la forma en que se llevaron a cabo los hechos.

Complicación ante movimientos sociales

Pero el timonel de la colectividad también tiene abierto otros frentes que hoy preocupan en el PC y que también podrían marcar el futuro de la relación del partido con la Nueva Mayoría.

El primero es el costo que el partido ha debido pagar en los movimientos sociales y que hoy lo han hecho perder fuerza en dos organizaciones gremiales emblemáticas para el corazón comunista: la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Colegio de Profesores.

Más información: PC no da el brazo a torcer y apunta a ampliar la NM frente a críticas de su socios

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