—En 2006 fue candidata por Juntos Podemos a diputada, pero no salió electa. ¿Hoy  ve posible concretar la llegada al Senado?

—La verdad es que dado lo que está ocurriendo hoy con un sistema político desfondado,  la corrupción asolando a todos, salvo a los comunistas que son los que pueden decir con la frente en alto “no a la corrupción”, el lamentable espectáculo de los partidos políticos que forman la Nueva Mayoría, la decisión de la DC de ir a primera vuelta, el fuego amigo a la figura que tiene mayor adhesión que es la de Guillier; estamos en un escenario lamentable que, espero,  se revierta. Ojalá se pueda llegar a una lista parlamentaria única, a  una propuesta al país con altura de miras.

—¿En la situación actual que viven los partidos políticos, cree que la decisión de la DC  de no ir a primarias diluye más el camino a seguir?

—La decisión es lamentable y  que está hecha, desde mi punto de vista, con el análisis grueso y básico y donde los sectores más conservadores y proclives a la derecha han incidido. Esta no es la decisión del mundo DC de a pie.

—Esta opción le permite a la Nueva Mayoría sentarse a conversar con el Frente Amplio?

—Todo lo que sea diálogo entre sectores progresistas que coincidan es importante y prioritario. Saludo lo del Frente Amplio, pero siempre digo que no hay que descubrir la bicicleta día por medio. Todo tiene una historia, todas las luchas han sido largas. Por supuesto todo que sea espíritu unitario, coincidencia en las cosas fundamentales, es avanzar y no poner diferencias circunstanciales por encima de todo. Hay que rescatar el sistema político y reconstruirlo.

—¿Cuál es su evaluación de este gobierno?

—Este gobierno ha sido objeto de ataques infames por las reformas que ha emprendido, ha sido un gobierno  torpedeado. Creo que la presidenta tuvo el valor y coraje de encabezar un programa con reformas que son indispensable para que este país sea mejor. El escenario que se le presentó a la presidenta fue el ataque frontal de la derecha, el sabotaje de sectores de la Nueva Mayoría y una coalición que no se ordenó nunca. Terminamos en reformas diluidas, tibias, que no concitaron la adhesión popular y que no tuvieron el apoyo popular para defenderse. No es problema de gestión, es un problema político. Pocas veces he visto una campaña tan infame contra un Presidente de la República. Está Allende y la presidenta.

—¿Cree que esta coalición se va a ordenar ahora?

—Tengo fe en que terminándose la proclamación de un candidato, de Guillier en este caso, que es el único posible para la centroizquierda para disputarle a Piñera, habrá un reordenamiento programático. Es lamentable que, al no haber primarias, la Nueva Mayoría queda borrada comunicacionalmente por dos meses: eso es canibalismo político en la coalición.

—De cara a esta precandidatura senatorial que se definirá en los próximos días, lo más probable es que vaya por Arica y Parinacota. ¿Cuáles serán sus ejes programáticos?

—Arica y Parinacota es una opción, pero no está decidido aún. En términos de ejes programáticos,  una senaturía comunista tiene cosas claves y centrales: la reforma educacional y ahí el fin del CAE sí o sí, la condonación de la deuda de los estudiantes y avanzar en la gratuidad universal. La modificación del sistema de pensiones con la consigna del movimiento No + AFP. Y la madre de todas las batallas que es cambiar el marco institucional de este país. Si no cambias eso, no puedes modificar el sistema de salud, las pensiones, ni avanzar en la reforma educacional. Todo amarrado para que nada sea posible.