Por M. Eugenia Fernández G. Julio 3, 2017

Los aplausos sonaron fuerte anoche en el comando del ex Presidente Sebastián Piñera, en Las Condes, cuando llegó el diputado Leopoldo Pérez. El único parlamentario de RN que apoyó hasta el final a Manuel José Ossandón llegó al lugar pasadas las 21 horas, tras acompañar al senador en Puente Alto. Las palmas se escucharon más aún cuando ingresó el diputado Felipe Kast.

Para diversos dirigentes de Chile Vamos y miembros del comando del ex mandatario, los resultados de las primarias —además de lograr el anhelado 3x0 (se llegó al millón de participantes, la coalición y Piñera obtuvieron más votos que el Frente Amplio)— dejaron entrever el anhelo por una centroderecha plural por parte de los electores del sector.

En los dos meses de campaña, cada uno de los contendores de la elección primaria representó un ideario diferente. Ossandón —aun cuando se apoyó en la crítica frontal y, a ratos, personal hacia Piñera—planteó un fuerte discurso social, respaldado por su gestión en la popular comuna de Puente Alto. Las urnas, según se ve, le dieron la razón: sus principales bolsos de votación estuvieron no sólo en su sitio de origen, sino también en Pedro Aguirre Cerda, La Pintana, La Florida, La Granja y San Joaquín.

Por su parte, Kast apeló a un fuerte ingrediente generacional —“la generación de la transición cumplió su etapa”, dijo a Qué Pasa en mayo—, social (con énfasis en priorizar a los niños) y político. Su llamado constante fue a plantear una nueva centroderecha, sacudida del fantasma de Pinochet, que vaya más allá de las fronteras del Sí y del No. Si bien llegó en tercer lugar, su apoyo más fuerte estuvo en comunas de elite —Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, Colina y Providencia—, y todo parece indicar que tuvo más fuerza entre la gente joven.

A pesar de la contundencia de los resultados a favor de Piñera, en Chile Vamos una lectura que caló fue la demanda que sus electores plantearon por una centroderecha plural, que acoja los diversos proyectos que simbolizaron sus candidatos. Según se analizaba anoche, el grueso de la votación se apuntó, contando al ex presidente y a Kast, por una opción política que si bien está apoyada en los partidos, tiene un horizonte y rostros que van más allá de ello.

En el comando del ex presidente se sabe que se necesitan todos ellos para ganar la elección en diciembre, y en su primera línea afirman que están dispuestos a darles cabida para tener éxito a fin de año. Lo que primará ahora será el pragmatismo, que es lo que ha mandatado la campaña de Piñera con el ex ministro Andrés Chadwick al frente, conocido precisamente por ese rasgo.

Una primera prueba de ello será la acogida que Chile Vamos le dé a estos proyectos y fuerzas en su lista parlamentaria. Entrampada hace meses por la insistencia de la UDI de negociar sobre la base de “el que tiene, mantiene”, el desafío estará ahora en mejorar la oferta a Evópoli y respetar las pocas pretensiones que ha manifestado Ossandón —básicamente, la candidatura a diputada de su hermana Ximena—.

Y en el largo plazo, será la aceptación que tengan sus partidos de que entre una fuerte corriente liberal a la coalición. Algo que ya tiene sus adherentes en la primera línea de la campaña piñerista.

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