Fue su primer discurso como Presidente de la República.
Ante una Plaza de la Constitución llena de adherentes, Sebastián Piñera enumeró las cinco áreas en las que espera lograr acuerdos nacionales durante sus 4 años de gobierno que comienzan.
Apelando al "sentido de urgencia" en torno a estos temas, el Mandatario pidió "muy especialmente a los parlamentarios" lograr un acuerdo nacional por la infancia, por la seguridad ciudadana, por una salud "oportuna y de calidad para todos", por la paz en la Araucanía, y "para alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza durante los próximos ocho años".
Se trata de la primera vez en que Piñera enumera claramente cuáles serán los temas prioritarios de su administración. El primero de ellos -la infancia- fue, de hecho, el que motivó la primera actividad en terreno del Presidente: la visita a un centro del Sename en La Pintana, donde entregó detalles sobre la reestructuración que pretende hacer del servicio, entre otras materias.
"Hoy llegamos a esta misma casa de todos los chilenos (La Moneda), con el firme y urgente compromiso de hacer justicia y mejorar la dignidad y calidad de vida de todos nuestros niños, y muy especialmente, de aquellos que en sus cortas vidas sólo han conocido el abandono y la soledad", dijo en el balcón de La Moneda, acompañado de su mujer Cecilia Morel.
Piñera enfatizó el llamado a la unidad nacional que muchas veces realizó durante su campaña. "El gobierno que hoy inauguramos será un gobierno que buscará siempre la unidad entre los chilenos. Que reemplazará la errónea lógica de la retroexcavadora y el enfrentamiento, por la sana cultura del diálogo, los acuerdos y la colaboración", afirmó, en una clara alusión a la reciente administración de Michelle Bachelet.
También reiteró el concepto de "segunda transición", recurrente en los meses previos a la elección. “Debemos emprender una nueva transición: la transición hacia un Chile desarrollado, sin pobreza y con oportunidades para todos. Algún día nuestros hijos y nietos nos juzgarán por la forma en que enfrentamos esta nueva transición. Y a ellos no podemos fallarles", señaló.
Luego enumeró, una a una, las prioridades de su gobierno, recalcando en diversas ocasiones que su horizonte apunta a 8 años plazo: seguridad ciudadana, salud, el proyecto red clase media protegida, calidad de la educación, pensiones. Al final hizo un largo acápite sobre el Estado, en el cual prometió transferir más atribuciones y dinero a comunas y regiones, y "recuperar el Estado para los chilenos" a través de una modernización.
Finalmente, Piñera volvió a acudir a su consigna de la unidad nacional.
"La construcción de esa patria buena, justa y libre, que acoja a todos sus hijos, no es tarea ni responsabilidad sólo de un presidente, un gobierno o una coalición. Es tarea y responsabilidad de todos los chilenos de buena voluntad. Y se logra uniendo y no dividiendo, sumando y no restando, colaborando y no confrontando, respetando y no descalificando, y dando la mano abierta y no alzando el puño cerrado. Sólo así construiremos el Chile con el que siempre hemos soñado", concluyó.
Tras el discurso, el Presidente volvió a ingresar a La Moneda para participar de la recepción en la cual participarían casi mil personas.