Señor director:
A propósito del artículo publicado por Qué Pasa, "Santiago ocupado", que menciona a las 80 poblaciones más peligrosas de la capital y las bandas y grupos de narcos que las dominan, no podemos olvidar que la mayoría de sus pobladores son personas honradas que quieren salir adelante y buscan lo mejor para sus familias.
No es sólo el Estado el que se debe hacer presente. Todos como sociedad tenemos la responsabilidad de no dejar a los más desprotegidos abandonados a su suerte. La Fundación BanIgualdad entrega microcréditos y formación empresarial a mujeres emprendedoras de varias de estas 80 poblaciones mencionadas, con resultados asombrosos. No sólo sacan adelante sus negocios y a sus familias, además se avalan solidariamente unas a otras en los momentos de dificultad, conformando así una red de amistad y de apoyo que merece destacarse en estas condiciones tan adversas.
Hemos recuperado el 100% de los créditos entregados en estas poblaciones y vamos a seguir trabajando en ellas, orgullosos de haber confiado en los que nadie confiaba y de haber entrado donde nadie se atreve a entrar. Ojalá mucha otras entidades se acerquen a estas zonas: sus habitantes sólo esperan una oportunidad.
M. Estela Lavín, Gerente de Microfinanzas Fundación BanIgualdad
Santiago ocupado II
Señor director:
El artículo "Santiago ocupado" ratifica la falta de transparencia de los datos delictuales y la poca efectividad de las políticas públicas. Para muchos es un problema que radica en el diseño urbano, visión bastante parcial, ya que tenemos que reconocer que es un problema social.
Ficed publicó (2008) una nómina preparada en base a información del Ministerio Público y las policías que detectó 97 villas (780 mil personas) donde la delincuencia es una forma de vivir.
Desde el 2002 que el Ministerio del Interior tiene esta información. Una investigación les reveló que las comunas que presentan más factores de riesgo social tienen mayores porcentajes de sujetos vinculados a la delincuencia.
Tenemos dos posibilidades: seguir creyendo que es un tema urbano y que las políticas de seguridad ciudadana son de represión y control, o bien detenernos un momento, focalizar y diseñar una intervención eficaz que coordine la política de desarrollo urbano con la de seguridad.
El Grupo Tantauco identificó este problema e incluyó entre sus propuestas el programa de prevención territorial "Ciudad en Paz". Beneficiará a estas poblaciones mediante la creación de espacios públicos que permitan a las personas transitar tranquilas, desarrollar actividades deportivas y culturales y, lo más importante, vivir en paz.
La experiencia comparada ha demostrado la rentabilidad de estas iniciativas. Medellín redujo los homicidios anuales de 6.500 a 380.
Daniela Godoy, Instituto Libertad
Caso Aguayo
Señor director:
Quedan aún una serie de interrogantes respecto del asesinato de Sergio Aguayo -por parte de un joven de 15 años- que deben ser aclaradas por la policía. Pero más allá de esto, el caso también deja abierto un debate sobre la necesidad de recuperar la estructura familiar, tan dañada en los últimos tiempos. De hecho, las familias monoparentales están llegando casi al 50% de la población y, por primera vez en Chile, el número de niños nacidos fuera del matrimonio es superior a los nacidos dentro de él.
Más allá de proyectos de ley que buscan aumentar la responsabilidad civil de los padres frente a las acciones de sus hijos, lo que hay que cuestionarse es hasta qué punto se han perdido los valores y las instancias de diálogo en el plano familiar, impidiendo a los padres saber en qué pasos andan sus hijos o conocer su paradero. Además, llama la atención cómo las acciones delictuales de los jóvenes van de la mano con familias disfuncionales y con el acceso a las drogas y el alcohol, que cada vez son más fáciles de conseguir.
Si no enfrentamos la pérdida de los valores familiares y tenemos una real contención de un flagelo como es la droga, casos como el de Sergio Aguayo seguirán repitiéndose.
Enrique Accorsi, Diputado PPD