Pagani Huayra
Con un diseño poco convencional, este superdeportivo, de corte artesanal denominado como el "dios del viento", Huayra Tata, quiere competir directamente con el Bugatti Veyron. El modelo italiano pesa sólo 1.350 kilos y cuenta con un propulsor V12 biturbo de 6,0 litros, 700 caballos de fuerza, que le permiten alcanzar velocidades por sobre los 350 km/h. Se venderá por alrededor de un millón de dólares.
Aston Martin Virage
El nuevo coupé de cuatro plazas de la casa británica se ubicará entre el DB9 y el DBS, apuntando más a la funcionalidad del uso diario que a la deportividad extrema. Aún así, el Virage montará un bloque de 12 cilindros, 6,0 litros que alcanza una potencia máxima de 497 Hp. Con él puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, alcanzando una velocidad punta de 299 km/h.
Ferrari FF
El Salón de Ginebra fue el lugar escogido por la casa italiana para la presentación del nuevo Ferrari FF, el primer modelo de tracción total de la marca del Cavallino, que sustituirá al 612 Scaglietti. Bajo el capó se encuentra un motor V12 de 6,25 litros con 660 Hp y un torque máximo de 683 Nm, con una relación de peso/potencia de sólo 2,7 kilos por caballo.
Suficiente para acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,7 segundos.
Lamborghini Aventador LP700
Con toda su producción 2011 ya vendida, el sucesor del Murciélago se posiciona como el nuevo modelo tope de línea en el catálogo del fabricante italiano. Sólo 2,9 segundos tarda el Lamborghini Aventador LP700-4 en llegar de 0 a 100 km/h, gracias a su sistema de tracción total y a su totalmente nuevo motor V12 de 6,5 litros y 700 caballos, que, además, le permiten alcanzar una nada despreciable velocidad máxima de 350 km/h.
Especial Autos: A la conquista de nuevos nichos
Lo cierto es que estos modelos de entrada hoy pueden significar entre el 20% y 50% del total de las ventas. Es por ello el empeño en hacer crecer este nicho. La mayoría de los ejecutivos de estas marcas concuerda en que el alto equipamiento no siempre es tan importante ni imprescindible como el exagerado valor que se le da a la imagen. "Al final, lo que se compra es el logo", dicen.
Así, el hecho de que los motores y las potencias sean más pequeños no es lo relevante. Lo que se busca es el prestigio del logo en el capó. Eso explica el crecimiento de la venta de sedanes grandes, de bajas cilindradas, pero con precios entre $ 16 y $ 18 millones.
Audi instauró esta política en Chile. Fue con el A4, de sólo 120 Hp ($ 16,9 millones). Hoy, éste representa el 59% del total de las ventas del modelo. Por su parte, en la Serie 1 de BMW, los de 116 y 115 caballos corresponden a casi el 100% de la comercialización de la serie. En Volvo, en tanto, las versiones de entrada del C30, S40 y del nuevo S60 representan más del 70% del total del producto. En la firma sueca indican que el nuevo S60 ($ 17,9 millones) está más equipado y tiene más potencia que Audi y BMW, por muy poco dinero extra.
Volvo S60
Distinto es lo que pasa con la Serie 3 de BMW. "Aquí el comprador busca deportividad y no transa", dicen en la marca. El mayor volumen lo tiene el 320, con 156 Hp y por $ 20,9 millones (37% de las ventas), pero la suma de las versiones 316 ($ 16,9 millones) y 318 ($ 18,9 millones) totalizan 38,5%, de la venta, suficiente como para mantener la estrategia.
Mercedes Benz decidió quedarse fuera de esta guerra. Si bien el año pasado intentó posicionar con fuerza a su Clase B, su política de siempre ha sido no liquidar la marca con versiones más económicas. De hecho, su Clase C sedán parte bastante por arriba de su competencia, en casi $ 20 millones, mientras que el CLC (coupé) empieza en los $ 17 millones. Al final, esta guerra no es para todos.
Especial Autos: ¿Quién quiere subirse a un premium?
¿Quién no estaría dispuesto a pagar si con ello se gana la entrada al exclusivo y prestigioso club de quienes conducen un vehículo premium? Ésa es la pregunta que se han hecho marcas que hasta ahora se habían caracterizado por tener apuestas y precios al alcance de públicos masivos. Las respuestas encontradas les han permitido acceder a segmentos que hasta hace poco eran dominados por exclusivos fabricantes, por lo general británicos y alemanes, ensanchando con nuevos actores el mercado premium tradicional.
Mediante herramientas de marketing y con uno o más productos insignes, son varias las firmas que han logrado avanzar posiciones en la escala de prestigio del mercado local, que ya cuenta con casi 60 marcas. No es extraño que así sea. El país presenta condiciones económicas ideales para clientes ávidos por mejorar su estatus. Se trata, sin duda, de un buen escenario para las firmas que compiten por estar en lo más alto y ser reconocidas como premium, aunque siempre existen matices de diferenciación.
La diferenciación japonesa
"La evolución de Mazda hacia lo premium no nace de una búsqueda consciente, sino del proceso por entregar autos, cuya calidad, diseño y sensación de manejo fueran una experiencia única para el conductor. Así, fuimos fabricando vehículos cada vez más especiales, más seguros y con mayor calidad, y así subimos de peldaño", señala Cristián Castillo, gerente general de Mazda.
Para Castillo, ser premium no tiene necesariamente que ver con pertenecer a la elite tradicional de la industria, sino con la capacidad de ofrecer productos por los que se esté dispuesto a pagar más. Y Mazda está en ese rango superior con todos sus productos.
Otro escenario es el que viven Subaru y Honda. En los mercados globales son firmas generalistas y de precio. Pero en Chile tienen un posicionamiento que difícilmente podrían tener fuera de nuestras fronteras.
Renault Mégane III
Subaru ha apostado a su tecnología de motores bóxer, con un sistema AWD simétrico, como pilar distintivo en su estrategia de posicionamiento. Pero la diferencia ha estado en los servicios de posventa. La creación del club Subaru, la hizo una marca exclusiva y apetecible para un segmento dispuesto a pagar más por sus vehículos.
En Honda, el concepto de precio es el que predomina. Gracias a modelos confiables y de alta calidad, mantiene en Chile un alto nivel de fidelidad, posicionándose por encima de su tradicional competidor, Toyota.
Distinto es el caso de Mitsubishi. La marca de los tres diamantes se mueve en un espectro amplio de vehículos, desde sedanes que parten por debajo de los $ 10 millones hasta todoterrenos que bordean los $ 30 millones. En Chile, el desarrollo se dio en el área de los todoterreno con productos extraordinarios como el Montero. Su buen posicionamiento en los SUV "chorreó" hacia los modelos más pequeños, logrando que la marca sea considerada premium en el segmento de los todoterreno, gracias a las capacidades off-road de su gama de SUV.