Por Sergio Fortuño Agosto 4, 2011

El lunes 1 de agosto, la cadena de televisión por cable MTV cumplió treinta años en medio de uno de los mejores momentos de su historia. Pocas publicaciones destacaron ese hecho. La mayoría estuvo dominada por observaciones predecibles sobre la casi total ausencia de los clips musicales que en los primeros años coparon su pantalla y le dieron nombre al canal.  Muchos comentaristas recurrieron al sarcasmo de recordar que la "M" está ahí por la palabra "music".

Pero MTV no necesita música. En el primer trimestre de este año el canal aumentó en un 27% su sintonía entre los televidentes de entre 12 y 34 años en Estados Unidos en comparación con el primer trimestre de 2010.  La anterior temporada del reality show Jersey Shore tuvo una audiencia récord de 8 millones de personas en EE.UU. y cuatro de sus realities se encuentran entre los 15 más vistos en la televisión por cable de ese país.

Los primeros realities de MTV, Real World y Road Rules, datan de 1992 y 1995, respectivamente. Es decir, la estación lleva casi dos tercios de su vida incursionando en este género. Su pantalla reveló la tragicómica existencia familiar de una estrella del rock envejecida en The Osbournes , introdujo el irresistiblemente trivial mundo de Paris Hilton en The Simple Life y estiró nuestros diccionarios cotidianos con el término "enchular", de la serie sobre tuneo automotriz Enchúlame la Máquina.

Con la moral hedonista y salvaje de una manada de estudiantes en spring break y el ánimo caprichoso de quinceañeras criadas en los suburbios más afluentes de la sociedad posindustrial, MTV es el reflejo de los impulsos juveniles de siempre, como la afirmación de la identidad y el testeo de los límites (tan brutal pero asertivamente explicitado en la serie Jackass), en el contexto de una sociedad en que las reglas del consumo se han impuesto como pautas sociales. En ese panorama, se asoma de tanto en tanto cierto acercamiento redentor, en el que aflora, por ejemplo, la empatía por los conflictos de embarazadas y madres adolescentes en los realities 16 and Pregnant y Teen Mom.

La programación actual de MTV apuesta por los momentos extremos que persigue todo productor de realities: situaciones límite, dramáticas, vergonzosas, catárticas, en una puesta en escena que juega a ser real. Se oferta el bien escaso de la espectacularidad. Los videoclips eran hace treinta años parte del mercado de la escasez. El estreno de un video de Michael Jackson era un acontecimiento mundial. El lenguaje del clip revolucionó estéticamente los códigos audiovisuales y cimentó en gran parte carreras de astros como Madonna, Prince, U2 y R.E.M. La proliferación exponencial de plataformas para generar y distribuir contenidos en línea llevó al clip del mercado de la escasez al de la abundancia. Por su corta duración y el requisito narrativo intrínseco de captar la atención lo más rápidamente posible, el videoclip fue precursor de la comunicación viral propia de las redes sociales y es ahí donde encontró un hogar más a la medida que el que le proveía la TV por cable.

A propósito de sus 30 años, se ha recordado que el primer clip programado por MTV  fue el de Video Killed the Radio Star, de  The Buggles. Lo habitual es que, tras la constatación, se pregunte quién mató entonces a la estrella de video.  No se ha advertido que esa apertura de transmisiones denotaba una intuición correcta sobre el alcance social, cultural y económico de los cambios tecnológicos. El abandono de la música por parte de MTV es una extensión de la misma intuición. Y la estrella de video no ha muerto. Sólo se cambió de casa.

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