Por Rodrigo Fresán Noviembre 3, 2011

Por algún extraño motivo, Jesucristo, su madre y santos variados suelen aparecer bastante seguido en la comida. En el aceite quemado en el fondo de una sartén, en una pizza, en una manzana… ¿Por qué? Misterio… Milagro… Lo que -más temprano que tarde- puede provocarnos una cierta envidia por no haber sido elegidos. Se acabó esa angustia y nuestras plegarias han sido respondidas. Con el ingenioso nombre de The Daily Bread (El Pan Nuestro de Cada Día) se nos ofrece un bendito producto que nos tendrá gritando ¡aleluya! todas las mañanas a la hora del desayuno. Hermanos, hermanas, de rodillas para reverenciar y enchufar la primera tostadora que imprime y quema el rostro del Salvador en cada rebanada. Verla para creerla y comprarla en http://jesustoasters.com/ Y dar gracias a Dios.

Relacionados