De alguna forma, podríamos decir que Marisa Tomei (47) estuvo presente en los 90, pero luego -a partir del año 2000 o por ahí- su presencia pasó desapercibida. O por lo menos no la notamos realmente hasta dos películas claves para su carrera: Antes que el diablo sepa que has muerto y, claro, su gran, pero gran aparición en El luchador (y su inolvidable baile al ritmo de alguna canción glam). De esa forma, el año pasado profundizó aún más su ¿nueva? faceta; en Crazy, stupid, love hacía de la profesora divorciada y hot, pero frágil, y que terminaba enredada en las sábanas con Steve Carell. Y ahora, en la última película dirigida por George Clooney, Secretos de estado, es una audaz y experimentada periodista del New York Times dispuesta a todo por conseguir esa primicia que perjudique las elecciones del candidato presidencial demócrata (y cuando decimos todo, puede ser todo). La conversión de Tomei, lo sabemos, ha sido pasar de una joven sex symbol (que tal vez nunca logró convertirse realmente en una sex symbol top, sino que prefirió ser una sex symbol, digamos, alternativa, la cual hasta prefería salir en Seinfeld) a una atractiva mujer: los años han pasado hasta convertirla en una MILF (el que no sepa este término, que lo busque en Google). De las mejores que, hoy por hoy, Hollywood nos puede dar.
"Secretos de estado" se estrena en marzo.