¿Cuál es nuestro papel preferido de Chloë Sevigny?, ¿Boys Don’t Cry?, ¿Dogville?, ¿la algo fallida Melinda y Melinda de Woody Allen?, ¿o Kids, la película que la encaminó a la fama y que a varios nos traumatizó? Quien escribe esto se inclina por Los últimos días del disco, esa comedia/drama neoyorquina sobre yuppies y jóvenes aspiracionales en la que Chloë hace lo que mejor sabe: actuar de chica frágil, de mirada taciturna y levemente provocadora. Ahí, sin duda, se condensa el sello Sevigny, el de musa alternativa que le quita el sueño a los fans de la Criterion Collection, ésa que alguna vez fue novia de Jarvis Cocker y que siempre preferirá Nueva York antes que el mundillo plástico de Hollywood. En esa misma línea, por estos días, la podemos ver en casi todos los capítulos de la tercera temporada de Portlandia, donde flirtea tanto con el personaje de Fred Armisen, como con el de Carrie Brownstein (y enamora a ambos). Y nada: Sevigny, en verdad, no dice ni hace demasiado. A veces es simplemente una breve aparición, su sonrisa y listo. Tampoco necesita más. Con eso -y con esa aura dorada que la rodea- basta para encandilarnos.

La tercera temporada de "Portlandia" se transmite por ISAT.