Dicen de él: compositor y letrista como pocos. Infatigable. Cristóbal Briceño (28) tiene cinco proyectos que demuestran una versatilidad única: a la fusión de sonidos en Los Mil Jinetes y las reversiones de temas AM con La Estrella Solitaria, se suma su participación en Las Chaquetas Amarillas y Ases Falsos, más su faceta como solista.
“La multiplicidad es la manera de expresión más sincera que he encontrado. Fragmentación exterior representando fragmentación interior”, dice. Y no acumula canciones: “No me gusta quedarme tanto con ellas, siento que se pudren como fruta. Trato de sacármelas de encima cuanto antes”.
En diciembre pasado lanzó Diez primeras canciones, disco debut de su nueva banda, Las Chaquetas Amarillas. Luego, junto a Ases Falsos, terminaron el ciclo de Juventud Americana (2012) para concentrarse en su próximo disco: Conducción, que será lanzado este semestre. “Simetría”, el primer sencillo, habla de un amor profundo, desgarrador. “Es la canción rara del disco, la hija pródiga. Y nos parece muy adecuado que el estandarte lo porte ella. Todavía sentimos un adolescente y hormonal rechazo a las obviedades y a las cosas hechas en orden”.
-Más allá de tu participación en distintos grupos, ¿cómo te defines como músico?
-No pienso en mí como el músico de los cinco proyectos. Veo esto como un oficio y me lo tomo muy en serio, me gusta trabajar. Sé que mientras más me ejercite, más podré mejorar, y ése es un gran estímulo. Trato de seguir mi instinto al ritmo que me parece natural.
-¿Qué obsesiones buscas plasmar en tu nueva banda, Las Chaquetas Amarillas?
-Por un lado, es un espacio de reconciliación con un gran amigo, Héctor Muñoz. Luego encontré a Hugo San Juan y Daniel de la Fuente que le dieron mucho sentido a la banda. Decidimos hacer un disco con una estricta ética interpretativa. Sólo suenan la batería, el bajo, la guitarra acústica y la eléctrica, sin doblajes, y mis tomas vocales también son unitarias, nada de doblaje. La idea era buscar un sonido fidedigno a la formación, especialmente en esta época multipista donde el llenar con capas es una enorme tentación.
-Escuchamos “Simetría” en tus conciertos en solitario, ahora será el primer sencillo de Conducción, ¿dónde está el límite entre tus proyectos musicales?
-No tengo mis ideas ni mis emociones parceladas. Me siento a gusto en el caos, creo que pinta mejor el meollo del asunto. Sí creo en los equipos de trabajo, son ellos quienes les dan el carácter a las canciones que hago. Generalmente le achunto de entradita, no bien termino una canción sé con qué grupo va a funcionar mejor. A veces me equivoco y vuelve al limbo, hasta que entiendo dónde corresponde. A veces siento que no calza en ningún equipo. Ésas son las canciones que pretendo grabar solo, ojalá este año.
“Simetría” (Conducción), Ases Falsos. Lanzamiento a principios de marzo.