Una extraordinaria visita matinal a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), hasta donde acudió para supervisar las labores de contención de los efectos del temporal en el norte del país, retrasó al ministro del Interior, Jorge Burgos, quien regresó a La Moneda justo cuando ya había partido el tradicional comité político esta mañana. En su ausencia, casualidad o no, fue el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el encargado de conducir la reunión de cada lunes entre el gobierno y los presidentes de partido del oficialismo.

Si bien su principal anuncio a los partidos fue la decisión del gobierno de enviar un proyecto de ley al Congreso para “simplificar” la reforma tributaria, el jefe de las finanzas aprovechó para despejar el camino a otro tema que ha levantado polvareda en los últimos días en la Nueva Mayoría: la reforma laboral.

El ministro de Hacienda adelantó a los timoneles que su cartera ya se encontraba en tierra derecha para introducir las indicaciones en la tramitación del proyecto en el Senado, para modificar los términos en que el proyecto salió de la Cámara de Diputados.  La señal de que Hacienda le introducirá cambios sustanciales al proyecto es inequívoca: Valdés pidió una semana para continuar con una ronda de diálogos con diferentes actores antes de abrir las cartas y poner dichas modificaciones sobre la mesa.

“Quedamos de darnos una semana más con el ministro, porque él nos señaló que está haciendo conversaciones con las distintas bancadas antes de mostrarnos las indicaciones”, dijo a la salida del comité político la presidenta del PS, Isabel Allende a Qué Pasa.

Aunque el ministro de Hacienda no adelantó su opinión, en la Nueva Mayoría señalan que Valdés ha planteado reparos respecto al fin de los reemplazos en huelga, donde se ha discutido la posibilidad de reemplazos internos. Pero el tema que sin duda más preocupa al ministro es la duración de la huelga, donde se ha planteado un tratamiento especial para las Pymes donde se establecerá un plazo acotado de siete días de duración.

El anuncio ha generado preocupación en las bancadas de diputados del PS y el PC, e incluso algunos diputados DC quienes defienden lo despachado desde la Cámara Baja y no ven necesidad de nuevas modificaciones. En esta misma línea se encontraría la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, quien mantiene un diálogo paralelo con las bancadas parlamentarias.

Poe su parte, la ministra a mostrado diferencias con su par de Hacienda y ha defendido la conservación del proyecto tal como está, pues ha transmitido que se trata de compromisos adoptados previamente con la CUT.